A finales del año 1990, Mark Fuhrman (Christopher Meloni) se fue obsesionando con el asesinato no resuelto de una joven muchacha en Greenwich, Connecticut.
El caso en su comienzo fue noticia en la primera plana de todos los diarios a través del país cuando los sobrinos de Kennedy, Tommy y Michael Skakel, se convirtieron en los sospechosos principales, luego, todo quedó en el olvido.
Pero con una gran determinación y la ayuda del Detective Steve Carroll (Robert Forster), Mark Fuhrman ayudó a llevar ante los tribunales a un asesino y levantar el velo secreto que mantuvo este brutal crimen. Un misterio durante más de veinticinco años.